¿Por qué es de vital importancia el asesoramiento a personas con altas capacidades? Descubre la importancia del asesoramiento a personas con altas capacidades y cómo puede afectar a su presente y futuro.
Es muy común pensar que tener un cociente intelectual alto o con criterios de alta capacidad es sinónimo de éxito y de tener que preocuparse más bien poco por la persona que lo posee, esta idea se aleja de la realidad, una realidad en la que es de vital importancia el asesoramiento a personas con altas capacidades.
También suele pensarse que no tienen que estudiar y que ya con el C.I. que tienen resuelven exámenes sin problema.
Es verdad que la capacidad de procesamiento y aprendizaje es rápida y no requieren del mismo tiempo que otra persona con un C.I. normal, y es muy común que durante la Enseñanza Primaria puedan sacar notas brillantes solamente con escuchar en clase.
Pues bien, igual que todo el mundo sabe que un deportista con talento ya sea en tenis, fútbol, baloncesto… no le vale con tener talento, sino que sabemos que le dedica horas y horas a entrenar para poder potenciar ese talento, lo mismo pasa con la Alta Capacidad y el talento intelectual.
Durante la Enseñanza Primaria, aunque realmente necesiten poco para lograr éxitos, deben adquirir rutinas y hábitos de estudio para poder lograrlos. Es muy habitual, que si una persona con Altas Capacidades no adquiere rutinas y habitos, llega a la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y vemos problemas académicos.
Y no solamente es el ámbito académico, la persona con Alta Capacidad o con Talento tiene otras necesidades que atender, como son las emocionales, de saber porque es diferente al resto, sociales, etc.
Si desde su detección las familias no saben ante qué circunstancia se encuentran o prefieren no mirar de frente, se corre el riesgo de que los problemas empiecen a aparecer en la adolescencia o en la adultez joven. Es ahí cuando acuden a pedir asesoramiento, después de que la persona con alta capacidad ya haya podido sufrir bullying, aislamiento, ansiedad y un sinfín de consecuencias que se podrían haber evitado.
Se sabe que las altas capacidades (AACC) y el bajo rendimiento o fracaso escolar pueden ir de la mano, pero, desgraciadamente, parece que se da por hecho que esta circunstancia ocurra y ya está.
A lo largo de los años, me pregunto una y otra vez por qué no se intenta evitar este posible sufrimiento y no se enfrenta la situación desde el principio. Es en ese momento cuando una buena sesión de asesoramiento puede resolver infinidad de problemas futuros.
Pero, como se dice muchas veces, no se aprende en cabeza ajena, y hasta que no te topas con el problema, no se reacciona.
Animo a que, desde la sospecha o detección de la alta capacidad o el talento, se actúe, se asesoren y se haga de este caminar un recorrido más fácil, con los tropiezos justos, para que termine siendo un recorrido maravillosamente diferente.
