Las siglas AACC, que se desglosan como Altas Capacidades, son un término ampliamente aceptado en el ámbito educativo y psicológico. Sin embargo, el concepto de Altas Capacidades puede ser confuso y varía según el contexto en el que se analice. A menudo, los términos asociados como "superdotación", "talento simple" o "talentos complejos" complican aún más la comprensión.
¿Qué son las AACC? Son las siglas con las que nos referimos a las Altas Capacidades. Las AACC se refieren a personas con un potencial excepcional en una o más áreas, que puede incluir habilidades cognitivas, creativas, o de liderazgo. Sin embargo, el reconocimiento y la definición de estas capacidades pueden diferir considerablemente dependiendo del lugar o del profesional que deba diagnosticarlo.
En algunos casos, la alta capacidad se asocia predominantemente con un cociente intelectual (CI) elevado, a menudo con un umbral mínimo de 130. Sin embargo, este enfoque puede ser muy limitante y no captar toda la complejidad del concepto y no ayudarnos a entender qué son las AACC.
La identificación de las Altas Capacidades no siempre se realiza de manera adecuada. Muchas veces, la falta de un consenso claro y la variedad de enfoques pueden llevar a confusiones y errores en la identificación. A nivel escolar, laboral y médico, la comprensión de estas capacidades varía significativamente. Esto puede llevar a una falta de apoyo adecuado para las personas identificadas, o incluso a malentendidos y diagnósticos erróneos.
Además, la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias establece que el diagnóstico de alumnos superdotados debe involucrar a profesionales con competencias tanto educativas como sanitarias. Esto subraya la importancia de una evaluación integral que considere tanto aspectos cognitivos como emocionales, evitando confundir Altas Capacidades con posibles patologías.
Es crucial entender que las Altas Capacidades no deben tratarse como una enfermedad. La alta capacidad no es una patología; por tanto, no requiere terapia en el sentido tradicional. En lugar de eso, lo que se necesita es una identificación precisa y un acompañamiento adecuado que permita a las personas con Altas Capacidades desarrollar su potencial al máximo.
El enfoque debe centrarse en proporcionar pautas y asesoramiento especializado para ayudar a estas personas a prosperar. Una identificación correcta y un apoyo adecuado pueden prevenir problemas como el fracaso escolar, el aislamiento social o dificultades en el ámbito laboral. En cambio, la falta de comprensión y el estigma pueden llevar a una experiencia negativa y limitar el desarrollo pleno del potencial.
Las personas con Altas Capacidades tienen derecho a ser tratadas con respeto y a recibir el apoyo necesario para florecer. Ignorar o malinterpretar estas capacidades puede tener consecuencias graves para su bienestar y desarrollo. Es esencial que tanto los profesionales como la sociedad en general reconozcan y apoyen adecuadamente a estas personas, para asegurar que puedan integrarse plenamente en la sociedad y alcanzar sus metas personales y profesionales.
En Defrente a la Superdotación sabemos que las Altas Capacidades son una característica valiosa y compleja que requiere un enfoque informado y empático. La clave para un desarrollo exitoso de estas capacidades radica en una identificación precisa y un apoyo adecuado, libre de estigmas y malentendidos. Solo así se podrá asegurar que las personas con Altas Capacidades tengan las herramientas necesarias para destacar y contribuir positivamente a la sociedad.
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